LA FAMILIA

La familia es un sistema formado por diferentes miembros que establecen relaciones afectivas desde el principio. En este caso me refiero a la familia nuclear, padres e hijos, aunque la familia tiende a ser más amplia, me refiero a las relaciones establecidas entre los padres o cuidadores y los niños.

Las relaciones e interacciones entre los miembros tienden a seguir algunos patrones que pueden ser heredados de las familias de origen de los padres o cuidadores. Estas interacciones son aquellas que regulan la comunicación familiar que en algunos casos puede ser complicada. Debemos ser conscientes de que si la interacción de dos miembros de la familia es conflictiva, es un problema que influye en otros miembros. Los lazos establecidos entre los miembros de la familia también intervienen en la individualidad de cada uno de los miembros y a veces interfieren en su seguridad, bienestar y libertad para seguir adelante con sus vidas.

Por otro lado, las familias pasan por diferentes etapas, y la capacidad de adaptarse a los cambios que esto conlleva dependerá de la flexibilidad de sus miembros. Comienza con la pareja en la que cada miembro aporta los aprendizajes, valores, comportamientos aprendidos a sus familias de origen y debido a que la pareja sigue adelante, es necesario que estos factores complementen y se adapten a la nueva situación. La segunda fase es la llegada de los niños, si deciden tenerlos. El nacimiento de un niño puede influir tanto en la intimidad física como emocional de la pareja y también puede implicar la relación con la extensa familia, que incluye abuelos, tío, etc... Reorganizaos. La siguiente etapa se presenta cuando los niños son adolescentes, en el que los padres tienen que empezar a aceptar la autonomía de los niños, gestionando la difícil tarea de dar un espacio en el que los adolescentes experimenten y al mismo tiempo puedan apelar a los padres o cuidadores si lo necesitan. La siguiente etapa es la salida de los niños en la que los padres se enfrentan de nuevo para recuperar su vida en pareja. Obviamente debemos tener en cuenta que en este ciclo de vida de la familia puede haber otras situaciones que desestabilicen el equilibrio familiar, como puede ser la muerte de uno de los miembros, la separación de la pareja debido a problemas conyugales o inestabilidad laboral... etcetera.

Tanto los cambios evolutivos de la familia como los generados por cualquier otra razón, desencadenan tensiones de transición que requieren cambios en la estructura y en la forma de relacionarse con la familia. Dependerá de la flexibilidad de los Miembros para lograr el equilibrio necesario y adaptarse a la nueva situación.

Debemos ser conscientes de que la familia comienza como un grupo con el fin de proporcionar la seguridad necesaria para el crecimiento de sus miembros. Pero en ciertas ocasiones no es un sistema tan estable como el esperado y la inestabilidad de algunos de los miembros puede desestabilizarse a los otros. A veces el grupo familiar puede ser nutritivo, aunque desafortunadamente no siempre es así y a veces podríamos pensar que tal vez la familia está idealizada y sobre valorada.